domingo, 22 de agosto de 2010

El comienzo

El tiempo dicen que pone las cosas en su sitio. Hace un año sentí la necesidad de no escribir nada en este blog. Qué contradicción, ¿verdad?. Cuando se presentan esas necesidades hay que dejarse llevar, sin más. Un concepto que hay que saborear, que hay que disfrutar. Como una buena música de jazz. Como ésta que escucho ahora http://www.youtube.com/watch?v=z41ouA9Ja9U.

He escuchado preguntas del tipo: ¿Ya no escribes en el blog? O frases del tipo: Se te echa de menos en el blog. Cuando sientes ese tipo de preguntas te das cuenta de la fuerza que pueden tener tus palabras, y te preguntas de donde vienen realmente estas palabras. Una fuerza que sale del brazo a la raqueta y de ésta a la bola. ¿Cuantas de esas fuerzas se quedan en una red? Muchas. O pocas. Todo depende de como se mire.

Un año da para mucho. Hace un año sentí la necesidad de no escribir sobre mis partidos de tenis aqui, en Madrid. No escribir, ¿para qué?. Sólo para dejarme llevar, sin más. Cuando llevas tres cuartos de tu vida haciendo algo por gusto y placer, y te propones llevar ese gusto y placer a algo más competitivo, llega un momento en el que hay que parar. En el que tienes que sentir como lo que aprendes lo vas digiriendo. Tienes que sentir el calor del sol tumbado en la playa y sentir después como la lluvia te empapa. Tienes dos opciones, salir corriendo o dejar que las gotas de lluvia caigan sobre tu piel morena y caliente por el sol. Yo me quedé tumbado y dejé que el agua fluyera.

Cuando te dejas llevar de esa forma surjen cosas. De repente me sentí como un vino que tenía que envejecer apartado de este blog. Sentí que aparecían tesoros en mares que no conocía. Sentí que había tesoros que tenían que ser guardados con cariño, en silencio. Sentí la necesidad de disfrutar en silencio. De quedarme en esa isla y dejar que ocurriese lo que tuviese que ocurrir.

Mi idea de este blog no la había pensado realmente. De alguna manera quería plasmar que hay detrás de un simple partido de tenis entre dos aficionados. Desde el punto de vista de uno de ellos. En este caso el mío. Pensamientos. Emociones. Emociones condicionadas por pensamientos. Sensaciones. Todo un mundo misterioso detrás de una mirada humana. Condicionada por una pelota que viene hacia ti y que tienes que decidir en un instante donde la quieres mandar. Un juego entre dos personas, con sus reglas escritas y no escritas. Un comienzo y un final.

El misterio de un comienzo.

El misterio de un final.

Que suene el jazz¡¡ Jazzera.
http://www.youtube.com/watch?v=CXJBS1Up_kg