lunes, 31 de enero de 2011

Circustancias 3-6 5-7

Hay ciertos aspectos en un ranking de tenis que no tienen nada que ver con un partido de tenis. Aspectos que a uno se le escapan de las manos y no puede tener control sobre ellos. Por ejemplo, las pocas ganas de la gente para jugar un partido. Después de 3 años jugando en el ranking ya empiezas a verle el plumero a la gente. Sobre todo en invierno. Llega el frío y se van las ganas. Entonces el pre-partido se convierte en otro partido previo.

En el ranking se juegan rondas cada dos semanas. Cada jugador tiene un puesto. El puesto se defiende o se ataca. El jugador que defiende el puesto se queda en el si gana el partido. Si el que defiende el puesto pierde el partido el ganador le coje el puesto. En cada partido se puede subir o bajar 1, 3, 5, 7 , 9 y 11 puestos, según se gane o se pierda. Por tanto las rondas donde se pueden subir 5, 7, 9 u 11 puestos son las más decisivas para poder subir o bajar en el ranking. En estas rondas es donde el jugador que defiende el puesto suele demostrar cierto "escaqueo" para jugar, ya que si no se juega el partido se suele llevar el gato al agua el jugador que defiende el puesto y se queda en su puesto.

Se tienen 2 semanas para jugar el partido. El jugador que ataca el puesto está obligado a ponerse en contacto con el que defiende el puesto, teniendo de plazo hasta el primer sábado para llamar al oponente. Como yo soy el que ataco puesto le pongo un correo a mi rival para acordar el partido. No recibo respuesta. Al llamarle por teléfono dice que está muy liado que me llamará el lunes siguiente para ver si puede quedar el martes o miércoles. El lunes no llama, y al llamar yo me dice que no puede quedar para el martes o miércoles. Me pide dejarlo para el último día. Empieza el mal tiempo. Una de las maniobras de la gente es dejarlo para el último día, y esperar que el tiempo les libre de jugar el partido. Después de acordar la hora del partido, mi oponente dice que "Espera que no llueva". Para lo cual busco una pista cubierta para asegurarme que se pueda jugar el partido.

El día anterior al partido me levanto con un dolor lumbar en la espalda. Llevo esperando 2 semanas para jugar y el día antes aparece un dolor inesperado. Me cuesta andar y no digamos agacharme así que intento a base de estiramientos y calor estirar la zona. El día del partido siguen los problemas. Así que sigo con los estiramientos y el calor y a ver lo que pasa. Me voy al partido con el dolor en la espalda cual mochila en los riñones.

Al llegar a la pista, y tras un día radiante de sol en el que no se veía una nube me encuentro que la pista cubierta tiene charcos. Sí, charcos¡¡. Las pistas descubiertas están secas y la pista cubierta llena de charcos¡¡. Así que intento que me cambien la pista y como hay una libre me la dan.

El partido comienza. Empiezo suave para no forzar la espalda. Mi rival tiene un buen primer saque, una derecha potente y el revés lo suele jugar cortado. Se mueve bien por la pista y se suele jugar el punto al segundo o tercer intercambio. El set es igualado, algo errático por las dos partes. Con 4-3 para mi rival cometo dos dobles faltas seguidas con mi saque que me llevan a perder el juego y posteriormente el set 3-6. Dos dobles y adiós al set.

Empiezo mal el segundo set tocado anímicamente y estando por debajo 2-1 y 30-15 llegan unas personas que dicen que tienen la pista. Yo les digo que nos la han cambiado y que la tenemos nosotros. Así que el partido consiste ahora en de quien es la pista. Les digo que nos han cambiado la pista porque la cubierta estaba llena de charcos, pero según el de la taquilla solo me cambió una hora. Osea que la segunda hora te vas a jugar con los charcos. Después de dar la turra, les digo que por lo menos sequen la pista, incluso me ofrezco a secarla yo si me dan unas toallas. Aparece una señora con una escoba unos minutos después y se pone a barrer los charcos.

Se reanuda el partido de la pista de los charcos barridos y con charcos de agua alrededor de la pista como el foso de un castillo. Fascinante, tenis medieval. Por supuesto, ni mi rival ni yo nos acordamos para nada de como iba el resultado del juego que estabamos jugando antes de ser devueltos a los charcos. Así que comenzamos de nuevo el juego. Todo acaba en un 1-4 para mi rival. En vista de lo cual me concentro al máximo en devolver bolas. La táctica resulta y remonto hasta un 5-5. Sacando cometo dos errores con sendos paralelos de derecha a media pista que me llevan a un 5-6 con saque para mi rival. Dos paralelos de derecha a la red y adiós al partido. Ni que decir tiene que el último juego ya estaban presionando los de la hora siguiente para entrar en la pista.

Comentario final de mi rival: "Qué poco me gusta jugar en invierno". Ya, machote, no hace falta que lo jures.

Lo mejor: La espalda aguantó.

Próximo partido: Iré con katiuskas.

2 comentarios:

MusikMannen dijo...

Si, al final, como todo en la vida, tan importante es el juego dentro de la pista como fuera.

Pedro Ayerra dijo...

Este blog es muy bueno, te felicito, aunque es duro escribir un blog sobre tenis. The Inner Game of Tennis espectacular y con lo del Ranking muy de acuerdo.