lunes, 28 de septiembre de 2009

La máxima

Después de casi 3 meses de parón vuelvo a jugar un partido del ranking. Una tarde magnífica de sábado invita a disfrutar. El partido empieza igualado e intenso. Con oportunidades de break para las dos partes. Con 4-3 para mi rival, un mala elección del momento para arriesgar me lleva a perder mi saque y con 6-3 pierdo el primer set.

Entonces me viene a la mente la frase: "Quien no arriesga no gana". Máxima que en el tenis tiene su riesgo aplicarla. Pierdo el segundo set por 6-1.

Los parones en el tenis afectan hasta extremos insospechados. Al ser un juego tan técnico, se pierde toque, se pierde agilidad, y sobretodo se pierde, ritmo.

Poco que decir. Un partido muy flojo. Para ir tomando contacto. Sin embargo, siento que hay mucho más tenis del que puede parecer por el resultado. No se, me da la impresión que voy a tener un salto cualitativo tarde o temprano. Algo en el interior me lo dice.

sábado, 12 de septiembre de 2009

The inner game of tennis (El juego interior del tenis)

¿Por dónde retomar el blog después un verano tan especial como el que he vivido este año? El qué está claro: La Luz. La Luz con mayúsculas. Sin embargo no es una luz cualquiera, no es sólo un cojunto ingente de fotones rebotando contra una superficie, no es sólo el calor que esto genera. Al igual que en el tenis, no es sólo una cantidad de golpes cordinados lo más posible para tener el dominio de la pelota. Hay mucho más. Hablo de la luz interior.

Hay dos hechos que me han ocurrido este verano que me dan pie para comentar un aspecto del tenis que es tan o más importante que la parte extrictamente técnica del juego. El juego mental. Y más allá de éste, las emociones.

Hace un par de años aproximandamente cayó en mis manos un libro llamado "El juego interior del tenis" (The inner game of tennis). Inicialmente me impactó el título. Resumía en una frase muchas vivencias personales que había tenido a lo largo de mi vida con este deporte. Desde el primer momento me cautivó el libro. Hablaba de tenis sin hablar de tenis. Era pura esencia de tenis. De esas cosas que te das cuenta a las primeras de cambio que son auténticas verdades irrefutables, pero que no te das cuenta por ti mismo, que hay alguien que te abre los ojos y lo ves súbitamente dentro de ti. Como una revelación. Es un libro realmente fantástico. El juego mental de cada jugador de tenis, su lucha interior. El tenis visto desde dentro de cada uno. Algo que pretende ser la "filosofía" de este blog. Una mirada hacia dentro, desde fuera.

En este libro se pone de manifiesto el partido con uno mismo. Tu yo, contra tu otro yo. Me dijo una vez una sicóloga que cada uno de nosotros tenemos tres yoes. El yo niño, el yo adulto y el yo padre. En el tenis, además del partido que juegas, hay un partido interior. En este partido se enfrentan el yo que juzga (el padre) con el yo adulto (el que ha aprendido a jugar al tenis). Este partido, generalmente y según mi experiencia, es el que determina el resultado del partido. El yo que juzga, siempre está encima de tus errores. Y el tenis, es un deporte por definición de errores. Cotrolar, manejar, conocer el yo que juzga, es lo que te hará un jugador diferente. Es lo que te hará entrar en una fase del juego que es conocida por cualquier jugador de tenis. Es el "estado de gracia". Todo te sale. Todo lo que intentas tiene éxito. Encuentras lo que buscas. Entras como en una especie de estado de trance. Eres consciente de que todo te sale, pero no sabes por qué. Este libro te muestra de donde vienen todos esos golpes de gracia.

Y esto es lo que me hizo pensar en el otro hecho que me ocurrió este verano. Escuchando una sesión de música electrónica en el festival de Creamfields. La música como instrumento para entrar en otro estado de consciencia. Otra manera de ver las cosas, de sentir. Algo muy dificil de alcanzar, pero que de vez en cuando, la vida de cada uno le brinda este momento. Momento para disfrutar. Para deleite de uno y de todo su entorno.

He puesto mi crónica personal del festival en facebook. Supongo que se podrá ver en http://www.facebook.com/posted.php?ref=sb#/note.php?note_id=145427906824&ref=mf
Miriam y Ángel eso no va por vosotros que se que lo habeis leído.

Que pocas veces se llega a saborear ese momento en el que todo te sale. Pero cuando llega...

lunes, 15 de junio de 2009

y...

Con 4-4 se reanuda el partido. Siete y media de la tarde, día soleado con unos 30 grados en la pista. Ligera brisa sopla a favor de una de las pistas.

Saca mi rival. Primer saque dentro. Le resto a su derecha que me la devuelve muy esquinada, resvalo al ir hacia la pelota y 15-0. Saque de mi rival, juego agresivo y profundo, con lo que pierde el control de la bola y la envía larga. 15-15. Un 30-15 y un 30-30 me ponen a las puertas de una oportunidad de break, que efectivamente se me presenta tras una doble falta. Es mi oportunidad. Mi rival saca potentemente y tras restar como puedo, el punto se mantiene en todo lo alto, destacando un duelo de derechas que finalmente me llevo al echarmi rival la pelota fuera.

Cambio de pista. Viento en contra. Dos buenos saques me ponen con un 30-0 y con un 40-0 tengo las primeras bolas de partido. Juego agresivo y se me sale por centimetros un paralelo de derecha. 40-15. De nuevo cometo otro error y con 40-30 empieza a sobrevolar (en forma de buitre carroñero) el fantasma de los juegos perdidos con mi saque con ventaja de 40-0 o 40-15.

Pero es hora de lecciones básicas de tenis. Espectacular primer saque al vértice del cuadro de saque buscando el revés de mi rival. Debido a la velocidad unida a colocación la devolución del resto es muy pobre dejándome una bola corta a mitad de pista que llendo a por ella la empalo a la otra esquina del campo botando antes de la línea a una velocidad endiablada impidiendo totalmente la devolución por parte de mi rival.

Me llevo un complicado partido.
Un bonito partido.

domingo, 14 de junio de 2009

Wake Up Dead Man 7-6(9) 0-6 4-4...

Esta noche escribo antes del final del partido.

Esta noche escribo antes de tiempo.

No pude acabar el partido el jueves pasado.

Mañana toca acabarlo.

Y sólo me ronda una frase en la mente:

"Lázaro¡¡
, levántate y anda¡¡¡"

Mi contrincante, mi rival, mi antimateria, saca con 4-4 iguales en el tercer set. ¿Hay que ser agresivo o esperar el error de mi rival?

"Lázaro¡¡
, levántate y anda¡¡¡
Cojones¡¡¡¡¡"

P.D.
Y POR FAVOR, DISFRUTA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
YOU'VE GOT THE FEELING¡¡¡¡¡¡¡
Se ha hablado de la soledad del corredor de fondo. ¿Y del abismo del jugador de tenis?
Match point¡¡¡¡
¿Para quien?
Todo tenista tiene un fin. Aunque no lo sepa.
Va por ti.

domingo, 24 de mayo de 2009

6-4 6-3 Me acuerdo...

En homenaje a mi hermano Jaime y al libro que me ha dejado de Georges Perec.

Me acuerdo al despertarme esta mañana de haber soñado pero no recuerdo ahora sobre qué.

Me acuerdo que me sentía cansado.

Me acuerdo que desayuné 3 galletas de 178 kcal cada una y una rebanada de pan con margarina y confitura de fresa recién abierta del Corte Inglés que desconozco su valor energético.

Me acuerdo que me aburre tremendamente afeitarme y más cuando tengo la barba de una semana. Me gusta como me queda la barba pero no me gusta por el calor que da al jugar al tenis.

Me acuerdo que no sabía que camiseta elegir para jugar. Todo lo demás estaba totalmente claro en mi mente.

Me acuerdo que me puse a leer "Me Acuerdo" en el metro y algunos de los me acuerdo de Perec me hicieron gracia. Y me reí.

Me acuerdo que la casa de campo estaba tomada por una competición de mountain bike y en uno de los baños de los vestuarios de tenis pusieron el control antidoping. Fuera de las instalaciones estaba una chica en una bici con rodillo pedaleando mientras hablaba en algún idioma centro-europeo con otro chico.

Me acuerdo que tenía la pista cogida para las 12:30 y a las 12:27 me llegó un mensaje al móvil que decía: "Perdona, llegaré en 3 minutos", pero por lo menos llegó en 8 o 9 minutos mientras yo esperaba en la pista.

Me acuerdo de que gané el sorteo y elegí restar por primera vez en mucho tiempo. Creo que a mi rival le sorprendió mi elección.

Me acuerdo de jugar bien, de cometer pocos errores, de elegir bien las jugadas, de sentirme sin aliento en algún momento del juego y pensar: "no se respirar".

Me acuerdo de esperar "mi momento" y ganar el primer set 6-4.

Me acuerdo de ponerme con 4-1 en el segundo set y sentir a mi rival "tocado". Al final gané 6-3 el segundo set.

Me acuerdo de seguir jugando después y hablar sobre aspectos técnicos del saque y aspectos menos técnicos de los profesores que dan clases en las pistas.

Me acuerdo de haber pesando en irme a duchar pero al ver el día tan bueno que hacía me entraron ganas de correr un rato para soltar los músculos y disfrutar del momento.

Me acuerdo de muchas llamadas perdidas, de algún mensaje y de tener ganas de hablar pero no encontrar ni el momento para hablar ni la persona con la que hablar.

Me acuerdo de ir por un camino cuesta arriba y encontrarme a una persona subida en un monociclo que tuvo que pararse y apoyarse en una valla alta para descansar.

Me acuerdo de las sensaciones que me dan los pinares, de lo mucho que me gustar atravesarlos corriendo entre luces de sol y sombras, de lo agradable que es una ligera brisa de mayo entre los árboles y entre los brazos.

Me acuerdo que pienso en muchas cosas y personas mientras corro por esos caminos arenosos.

Me acuerdo que mis piernas me dolían y me puse a andar. Fue entonces cuando delante de mí pude ver y oir a la gente gritar mientras subían y bajaban por una de las atracciones del parque de atracciones.

Me acuerdo de hacer 100 abdominales y 9 dominadas.

Me acuerdo que el agua de la ducha estaba fría y no era sencillo meterse debajo del chorro pero que una vez te acostumbrabas más agradecías el frío del agua.

Me acuerdo que me llevé una pequeña decepción porque no salieron los planes de la tarde y me fui a leer un rato el libro. El rato se convirtío en mucho tiempo y en piel quemada por el sol.

Me acuerdo que me apeteció ver una película pero las dos que me interesaban empezaban a las 18:10 y 18:15 y yo llegué a las 18:35.

Me acuerdo de sentirme hambriento mientras andaba hacia mi casa.

Me acuerdo de mal ver el partido del Oviedo y el Mallorca B por internet y de ver un penalty de risa que nos dió la victoria, con los comentaristas de la televisión de Baleares abochornados por el favor que nos hizo el árbitro.

Me acuerdo de pensar en escribir sobre el partido de hoy en el blog, pero ahora veo que he escrito más sobre cosas que no son del partido. Eso me hace pensar más todavía.

¿Me acordaré de lo bien que he jugado hoy en el siguiente partido?

Besos, abrazos y saludos. Cada cual se sirva con lo que más necesite.

domingo, 10 de mayo de 2009

3-6 0-6 y 6-3 6-1 Las dos caras de la moneda

Comento aquí dos partidos. Exactamente iguales, pero diametralmente opuestos. El primero perdido contundentemente. El segundo ganado de la misma forma. Con muy poca historia los dos partidos, en dónde la superioridad de un rival sobre otro es la nota dominante. Lo que realmente me parece interesante es esta especie de dualidad blanco y negro que muchas veces aparece en la pista.

Un día te levantas de la cama y todo parece rodado. Otro día todo lo contrario, el universo parece conspirar contra uno. Leyes de Murphy y supersticiones al margen, es un hecho constatado por tenistas aficionados que un día te entra todo y otro día no te sale nada. Se pueden buscar explicaciones al estilo "Spock", interpretaciones freudianas, o seguir rigurosamente paso a paso el método científico, pero creo a mi modesto entender que los tiros van por otro lado.

Recomiendo leer el artículo de Manolo Santana sobre Nadal http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2009/05/07/tenis/1241725751.html que me recomendó mi primer y único amor responsable que ha sido Marta para mi. En uno de los párrafos se dice lo siguiente: "El aficionado a un deporte tan individualista (el más individualista por definición, como el tenis) es un entusiasta del combate. Se trata de algo psicológico muy ligado al sentimiento competitivo. No conozco a un verdadero amante del tenis que no sea un luchador en su vida privada."

Lo primero que me gustaría decir es que también hay otros deportes individualistas, léase golf, gimnasia, atletismo, etc. ¿El más individualista por definición? Me parece un poco excesivo. Pero bueno, el tema que quiero plantear es otro. El tema es que si por definición un aficionado al tenis es un luchador en su vida privada. Y por lo que he visto, he sentido y conozco, creo que me siento completamente identificado con esas palabras, con ese sentimiento.

Se me vienen a la cabeza dos películas hablando de este tema. Una es la trilogía del señor de los anillos y concretamente la tercera entrega, El Retorno del Rey. La otra, una película bastante reciente, El Luchador (The Wrestle). Me aventuraría a predecir que a cualquier aficionado que sienta pasión por el deporte del tenis, sentirá cierta transferencia emocional con estas dos películas. La trilogía del Señor de los anillos, y concretamente la tercera entrega, suelo verla cuando estoy muy tocado. Por muchas veces que la veas, sientes ese sentimiento que todo se termina, pero de lo más profundo de uno mismo, surge esas irracionales ganas de luchar. Aunque todos, y no hay nadie que se libre, ni siquiera Frodo Bolsom, cometemos errores miserables. Sin embargo esos errores forman parte intrínseca de esa lucha sicológica con uno mismo, y al final te lleva inexorablemente a tu objetivo. En la peli "El luchador" ese objetivo se convierte en cruel. Cruel con uno mismo. Porque se es fiel con uno mismo y con su lucha hasta el final. Honesto consigo mismo, el luchador paga un precio.

Nadal paga el precio de ser tan bueno.
Frodo paga el precio de su generosidad.
El luchador paga el precio del camino que ha elegido.

El apasionado del tenis paga el precio por su pasión. Su frustración. Y esa fustración revierte de nuevo en su pasión, como en un ciclo sin fin. Y puedo decir que esto lo veo desde mis sobrinos de 4 y 7 años que juego con ellos al tenis hasta en el número uno del mundo del ranking de tenis masculino, que no deja de decir que tiene que mejorar esto o lo otro.

Me gustaría que opinarais sobre esto. Escribid algún comentario, aunque sólo sean un par de líneas en el blog. Quiero saber lo que sentís con vuestros ojos al leer estas palabras. En noche de luz de luna, noche de pasión. Noche de abrazos perdidos. Noche de agujeros negros que te transportan a pasados que creías olvidados.

Gracias por leerme.
Gracias por sentirme.
I keep on fighting

domingo, 5 de abril de 2009

3-6 3-6 Sin hambre, derrota.

Después de unos cuantos partidos comentados me gustaría empezar de forma diferente la crónica de este partido. De forma diferente siempre te presentas a un nuevo partido. Con el cuerpo más o menos cansado, con la mente más o menos concentrada, con más o menos espíritu de lucha. Sinceramente los prolegómenos del partido no eran muy prometedores. Después de una madrugada llena de luna negra, llena de vacíos dentro silencios , de recuerdos y emociones que atraviesan paredes del pasado como bisturíes la muda muerta de la piel que ya no sirve y de salir corriendo huyendo del miedo creo que nadie se encontraría con muchas ganas de jugar un partido de tenis.

Curiosamente esta situación me puso accidentalmente delante de un partido de tenis. El que jugaban Federer y Djokovic la madrugada del viernes 4 al sábado 5 de abril. Serían las 5:30 de la mañana, con la cabeza en otras guerras de batallas ya perdidas hacía tiempo, cuando mi cuerpo, sin ninguna clase de sueño, se sentaba para observar un partido de los admirados tenistas profesionales.

Lo siento Roger. Te pido perdón porque es noche de errores y noche de futuros perdones. No se por qué ni sobretodo cómo, te pude transmitir toda la mala suerte de aquella noche. Pero te llegó. Aterrizó en tu brazo y fue penetrando como un tentáculo canceroso dentro de tu cuerpo. Hasta que llegó a tu punto débil, a tu talón de Aquiles mi admirado rey de lo exquisito, de lo sencillo, del fluir de la mente con el cuerpo. Y ese clavo oxidado llegó hasta tus emociones, viajando de Europa a Estados Unidos sin perder ni un ápice de su fuerza, o quizás haciéndose más y más fuerte en medio de alguna tormenta en el mar Atlantico.

Y la tormenta se descargó en tu interior. Mis ojos que sólo veían através de las cosas, que lanzaban rayos x en todas direcciones buscando el origen del porqué, de rrepente se fijaron en tus contínuos errores, Federer. No hacías más que fallar. Fallabas un resto sencillo, un revés cortado o una simple derecha liftada que se te iba más de 2 metros fuera de la pista. Y bajabas y bajabas en picado, como un inmenso zepelin deborado por las llamas, hasta que tocaste tierra. Por fín tocaste el suelo.

Y en aquella volea sencilla, que la ibas a meter pegada a la línea de saque, con un ligero efecto hacia afuera para darle más clase si cabe, en aquella volea que mandaste a la red nos hicistes a todos los que jugamos a este deporte números uno por unos segundos que parecían horas. Intentaste clavar tu arma infalibe en la tierra, tu excalibur, para que quizás algún nuevo y joven aspirante a rey se atreviese con humildad a recoger tu testigo. Pero tu magnifica espada rebotó y salió volando hecha añicos. Allí estaba, justo en ese sitio, en donde pretendiste enterrar tus errores, allí estaban todas nuestras derechas imposibles, nuestros reveses de ensueños perdidos en medio junglas de voces y tormentas eléctricas mentales.

Gracias Roger. Por habernos hecho con tu gesto por fín caballeros de la raqueta, defensores del honor al error, buscadores incansables del santo grial del acierto y la satisfacción. Cuando lo encontremos beberemos a la salud de tu humano gesto por habernos enseñado el camino. Gracias por enseñar al mundo lo ingrato y despiadado que puede ser el tenis con uno mismo. Nuestro orgullo luchará siempre contra esa guerra perdida. Hasta la muerte.


Y bueno, mi partido no tiene mucha historia. Sin hambre no hay ganas de comer, y con sueño y cansancio menos aún. Con la mente de nuevo en otras batallas, el partido queda en un plano de la cuarta dimensión. Mi rival jugó mejor y cometió menos errores. Al menos, si hubiesen jueces en el partido, me hubiesen dado el mvp del partido por ese punto perfecto:

"Trabajando el punto para ir echando más y más hacia atrás al rival y en el momento en que deja la pelota a media pista, jugar una derecha profunda y subir a la red, y con una buenísima defensa de mi rival desde el fondo de la pista, me tira la pelota cruzada y a los pies y agachándome de forma atlética y dándole un golpe de muñeca de forma magistral hago un stop-voley que deja la pelota muerta en el cuadro de saque cerca de la red. El público se lavantaría maravillado y vocearía asombrado por la jugada". Va por ti Roger...

lunes, 16 de marzo de 2009

6-3 6-4 Trigésimo octavo cumpleaños con victoria

Hola, de nuevo estoy por aquí comentando mis partidos del ranking de tenis. Un mortal más. Un mortal que sintió su mortalidad en los preliminares del anterior partido a éste que comentaré en breves palabras. Son esos momentos en los que te preguntas si todo el engranaje de cosas que realizas durante un día tiene realmente un fín. La duración de una despedida, un hasta luego que se pudo convertir en un hasta nunca si hubiese cruzado un semáforo (con verde para los peatones) un segundo antes de que pasara aquel hijo de puta follado en su coche. Un segundo más de despedida para muchos segundos más de encuentros.

Después de aquel incidente tenía un partido de tenis, del que me quedé sin ganas de comentarlo. Aquel partido lo gané. Lo tenía casi perdido. Mi rival era superior, en general. Pero, sin saber muy bien por qué, lo conseguí remontar. Quizás porque aquel día en el que volví a nacer le das menos importacia a las cosas que no la tienen. Quizás porque has ganado otra batalla en algún otro lugar, porque no puedes dejar de luchar, porque no puedes rendirte o simplemente porque no has perdido. No has perdido la posibilidad de jugar otro partido.

Y aquí sigo dando guerra. Hoy que cumplo 38 años. Me dijo mi madre que casi nazco en el ascensor del hospital. Ansioso por salir. Ansioso por jugar al tenis supongo. Así que ayer a las 15:30 tenía cita con la pista de nuevo. Día espectacular para practicar tenis. Unos 22 ºC, cielo despeado, ligera brisa.

El sorteo cae a favor de mi contrincante que elije restar. Comienzo sacando y comienzo sacando bien, metiendo primeros e incomodando a mi rival. 1-0 para mi. Mi rival tiene un saque pesado, no muy potente eso sí. Los puntos son rápidos, no hay intercambio. Al resto o al siguiente golpe se decide cada punto. 1-1. Me toca sacar de nuevo, pero esta vez con el sol de cara. Molesta bastante y es complicado sacar sin deslumbrarte. Unos cuantos errores me llevan a la pérdida del saque. El cambio de pista pone a mi rival sacando cara al sol. Intento poner presión para hacer un contra-break y lo consigo. Me pongo 2-2 y con mi saque me alcanzo el 3-2. Entonces mi rival empieza a cometer fallos de fondo. He observado que es una persona con peso y utiliza su peso para devolver la pelota si viene rápida. Así que intento jugar bolas no muy fuertes, más bien liftadas, procurando mover bastante a mi contrincante, ya que también veo que tiene ligeros problemas para desplazarse. Así que mi táctica, unida a sus errores en el saque me lleva a ponerme 4-2 por delante. Procuro sacar con bolas liftadas que las controla peor. Muchos errores por su parte fundamentalmente me ponen con un 6-3 en el primer set.

El segundo set empiezo rompiéndole el saque. Me pongo con 2-0 después de mi saque. Veo a mi rival tocado. El saque no le está entrando, de fondo está cometiendo errores y está fuera del partido. Finalmente me pongo con un 5-2 y saque a mi favor. Listo para cerrar el partido. Pero tras un juego igualado en el que llegamos varias veces al 40-40 pierdo el saque, vuelvo a perder al resto y con 5-4 saco de nuevo para el partido. Esta vez me pongo con 40-15 rápidamente, sacando bien. Finalmente con un ace me hago con un partido en el que los errores de mi rival marcaron el desenlace del encuentro. Ni siquiera un cambio de raqueta por su parte pudo hacer que la balanza se inclinase de su lado. Un resultado más por errores que por aciertos.

A ver que tal con el peso de los 38 tacos a las espaldas para el siguiente partido.
Nos vemos¡¡¡

sábado, 14 de febrero de 2009

En una galaxia muy muy lejana había algo más que tenis

Permitidme salir un poco del tenis para comentar lo que supongo que es la ilusión de cualquier niño que haya nacido rondando los años 70. ¿Cuál puede ser? ¿Quien se resistiría a poder en ver en persona aquello que se vió una y otra vez, que se soñó más y más veces, y que se imaginó infinitas veces? ¿Cómo resistirse a encontrarse uno mismo con su lado oscuro? Adentrarse lleno de temores e inseguridades en la cueva húmeda, tenebrosa, quizás incluso algo nostalgica para encontrarse con el mismísimo Darth Vader. Sí, es cierto, esta tarde he estado frente a frente con el mismísimo malo malísimo. Aquel que en su día pronunció la mítica frase: "Yo soy tu padre". La búsqueda de la verdad, y la dureza de la realidad. Cara a cara. Esta tarde, he estado con mis sobrinos y su prima Marietta en la exposición de "La guerra de las Galaxias" o como nos intentan inculcar los americanos "Star Wars", que realmente sería la "Guerra de las Estrellas". Como se entere el maestro Carl Sagan de el elemento que ha traducido star por galaxia estoy absolutamente seguro que sería la primera vez en la historia de la humanidad que un muerto le pega unas collejas en toda regla al tolai de turno que hizo la traducción. Pasemos de la ficción a la realidad. Curioso este asunto. Veo una película de pequeño, hasta tres veces, con 6-7 años. Y ahora, 30 años después, tienes delante de ti aquello que tu mente tenía idealizado, tenía soñado mil y una veces. Te bajas de la alfombra mágica a la tierra. Y allí está, en un negro reluciente, impoluto, funerario. Plasmado tus miedos en la imaginación del creador del merchadising hollywoodiense por excelencia. El Sr. Lucas. El miedo que te paraliza y te fascina al mismo tiempo. La ilusión del miedo y la realidad fundidos en negro azabache. Esperando que te ataque con su sable láser rojo. Pero el miedo vive encerrado en una vitrina, que la transpasa cuando menos te lo esperas. Que aparece en el momento más inesperado. ¿Qué es si no el señor del lado oscuro más que la representación de nuestra muerte, de nuestro hulk interior, de nuestra propia destrucción? Le miras a los ojos, y si miras bien, lo que ves es el propio reflejo de ti mismo. Uno mismo está en esta exposición. Y los infinitos yoes que uno tiene aparecen una y otra vez al ver con tus propios ojos aquello que viste cientos de veces en el cine o la televisión. La moto jet del retorno del jedi en tamaño real, desafiando las leyes de la gravedad, con sus rayones e imperfecciones sobre las placas de metal forjado. Cómo recien salida del mísmisimo Bosque de Endor. Esperando que te subas a ella, para pisar el pedal y salir dispadaro entre esos magestuosos árboles. Qué decir del soldado rojo imperial, que no dice ni una palabra, y que su sóla imagen evoca miles de palabras en alguna galaxia, postrado con elegancia siendo testigo de la invulnerabilidad de un Vader al que cualquiera teme. O la desfachatez y el desparpajo de un Boba Feet que parece no importarle de que va el rollo y va a lo suyo. Con su propia personalidad, con su camino, sin pisar, siempre buscando, cazando a nuevas presas, como cazarecompensas que es. Magnificos momentos, momentos para saborear, para mirar el reloj cada segundo y no dejar de decirte, disfrútalo. Sin embargo eso te lleva a querer más y más. Y te preguntas, ¿y dónde está Luke Skywalker? ¿Y Han Sólo? ¿Y Obi-Wan? ¿Y el Halcón Milenario? ¿Y el X-Wing? ¿Y los moradores de las arenas? ¿Y la infinidad de moustruos y robots de la primera película? ¿Y el destructor imperial? Y claro, empiezas a pisar el suelo y se te empiezan a caer los sueños al ras del mismísimo suelo. Y acabas en una sala llena de X-Boxes 360 con el consiguiente juego de marras. Y sigues y terminas en una tienda llena de muñecos, maquetas, posters en los que pones precio a la ilusión que han creado en ti. Pero los que crecimos entre guerras de estrellas sabemos que eso no se compra. No se compra Sr. Lucas, porque no tiene precio.
Por cierto, me costó cero euros la entrada, jaja. ¿El poder de la fuerza?

viernes, 6 de febrero de 2009

La clave (4-6 1-6)

3 meses sin escribir en el blog. Se podría pensar que el pesimismo, la mala racha de partidos, los mismos errores, las mismas sensaciones negativas y las mismas derrotas me quitaron las ganas de comentar los partidos. Y sí, en parte es cierto. Aunque también es cierto que desde el 2 de noviembre sólo había jugado hasta hoy un partido. Y sí señores, sí. Con victoria. Sufrida victoria, pero merecida. Por la lucha, por la fe, por las ganas de ganar, por el deseo de acabar con la mala racha. Por cerrar una puerta y abrir unas cuántas más. A pesar de esa victoria me quedé sin fuerza para escribir una línea. En resumen fue un partido disputado, en el que perdí el primer set facilmente, cometiendo muchos errores. El segundo set jugué más seguro, más confiado, subiendo a la red y empatando finalmente el partido. El tercer set fue de nervios, de fallos. No pudimos acabar el partido con 4-4 en el tercero. Otro día, jugamos de noche, con frío, en unas condiciones completamente opuestas al día del partido. Acabé ganando 6-4, jugando traquilo, esperando el fallo del rival. Me contagié del ambiente polar, y me convertí aquella noche en el espía que surgió del frío, agazapado, esperando mi momento. El momento del reencuentro, el momento de la satisfacción. Del disfrute.
Y después de aquel partido que fue a finales de noviembre de 2008, la gente no aparecía para jugar el partido del ranking. Unos lesionados, otros que no aparecían, otros que directamente pasaban de jugar. Yo llevaba unos meses con un problema en la pierna derecha y aproveché la coyuntura para intentar recuperarme. Paré en seco el 19 de diciembre de hacer cualquier deporte (natación, tenis, carrera continúa). Fui al fisio en enero un par de veces. La primera sesión regalo de reyes de mi hermano. Qué mejor regalo que un poco de salud¡¡¡ Gracias brother.
Y esta semana he vuelto a coger la raqueta. Todavía la pierna no está al 100%, pero está mejor que antes ciertamente.

Pues bien, centrándonos en el partido de hoy tenía pocas esperanzas de jugarlo ya que las previsiones meteorológicas eran de nieve. Y se puso a nevar ligeramente pero al final se pudo jugar el partido. Es cierto que no empezó bien el partido antes de empezar a jugar. Primero por una falta de entendimiento no quedó muy claro cuando se iba a jugar. Mi rival me llamó desde la pista preguntándome donde estaba, que estaba en la pista esperando, y yo estaba esperando su llamada para salir a jugar. Al final con este lío quedamos una hora después. Y en el calentamiento, en un momento la red se vino abajo y nos ibamos a quedar sin pista. Por suerte pudimos cambiar la pista gracias a este chico.
Mi duelista le pegaba planísimo, tanto de derecha como de revés. Con muchísima potencia. Primer saque plano y potente. Como curiosidad este chico fue gimnasta y jinete. Estaba físicamente cuadrado. Empiezo sacando yo en el partido. Empiezo a remolque el juego, como pasará hasta el juego clave, el que decidirá el partido. Con 0-15 o 0-30 consigo sacar los juegos en los 40-40. Con un saque bastante sólido. Mi rival gana sus juegos o en blanco o con 40-15. Ni que decir tiene que los juegos en los que él saca duran un minuto o dos a lo sumo, mientras los míos están entre los 5-7 minutos por juego. Se me empieza a ver resoplando. Y llegá el juego clave, el séptimo juego, con 3-3 en el marcador. Empiezo el juego con 15-0, 30-0, me pongo por delante por primera vez en todo el partido con mi saque. 30-15, 40-15 y... se lía¡¡¡ Mi rival me dice que no ibamos 40-15, que vamos 30-30. Para que no haya confusiones en los partidos canta el resultado la persona que saca. Yo fui cantando todos los resultados del juego y resulta que me dice que no es ese el resultado. Empieza mi calentamiento de cabeza. Sale humo de mis orejas. Se acuerda que el resultado es 40-15. Pero me come las entrañas que crea que hago trampa. Antes de sacar con 40-15 exploto y le digo que para mi no tiene sentido jugar al tenis para hacer trampas porque lo considero lo más zafio que puede haber. Discutimos sobre el tema y se aclara al final sin malos rollos. Pero...¿qué pasa después? Cometo doble falta. Estoy fuera de bolos. Quemadísimo. Cometo otro error, y otro y otro. A tomar por sac el juego. Mi rival me pide disculpas. El creía que estaba equivocado. Pero que en ningún momento pensó que yo estaba haciendo trampas. Yo le respondo que no pasa nada, que yo mismo me caliento. Yo me fui del partido por una chorrada. A pesar que estuve aguantando con mi saque y forzando el 40-30 con saque de mi contrario en el 4-5, un revés paralelo demasiado arriesgado se me va por el lateral y se me va el set 4-6.
Ya recuperado mentalmente, y vuelto al partido comienzo sacando el seguno set y me rompe el saque. Consigo hacer un contra-break en el segundo juego a pesar del mazazo de empezar perdiendo, poniéndome con un 0-40 y aprovechando sus segundos saques más débiles. Desgraciadamente vuelvo a perder mi saque en el tercer juego. No me entraban los primeros, y empecé a cometer dobles faltas. Empezaba a notar el cansancio. Empecé a meterme en una espiral de errores, y con los primeros saques potentes de mi rival y mi poco acierto con los míos se fue creando un óceano de distancia inalcanzable para mi. Con 1-6 se terminó el partido. Luchado, peleado, trabajado. Buscando soluciones. Pero claramente la falta de ritmo de partidos y el bajo nivel físico y por supuesto el mejor juego de mi rival me llevaron hacia la derrota.

Un derrota que sabe a victoria.
La victoria de volver a disfrutar de nuevo.
De nuevo he vuelto.