martes, 15 de julio de 2008

El hombre es el único animal capaz de chocar dos veces en la misma piedra

En vista de la falta de partidos aprovecho para hacer una breve reflexión sobre una de las mayores losas mentales a las que un jugador de tenis aficionado se enfrenta en cada partido: "LA DOBLE FALTA".
Esta noche he visto por primera vez un partido de tenis profesional en televisión en el que uno de los jugadores cometía 3 dobles faltas consecutivas. Esto si lo llevamos al nivel de la calle resulta muy conocido, incluso se podría decir que familiar. Yo sinceramente, es la primera vez que lo veo en profesionales del top 100 mundial. Y curiosamente, acabó el partido cometiendo otro de los errores "clásicos" de aficionados, tirando desde la red un smash fuera de la pista, y muy muy fuera¡¡.
Si bien la técnica del golpe en el tenis es de máxima importancia, no menos lo es la mente y la dinámica del pensamiento. Un gran entrenador de tenis dijo a este respecto: "Ponerme delante a las 10 mejores raquetas mundiales jugando entre ellos, sin saber cual es su puesto, y no sabré deciros quien es el número uno y quien el décimo. A estos niveles lo que diferencia a un jugador de otro está en su mente". Y en este nivel mental es donde se da el origen de las temidas dobles faltas en el aficionado.
Tener de inicio dos saques te posibilita arriesgar en el primero para ganar ventaja a tu rival. En caso de fallarlo tienes una segunda opción que debería ser menos arriesgada, buscando un compromiso entre la seguridad de mandar la pelota al cuadro de saque y el riesgo de poner una pelota complicada a tu rival. Pero muchas veces, demasiadas veces, haces no sólo una, dos, tres hasta cuatro dobles faltas seguidas. Pasas de ser jugador de tenis a peón de la construcción, construyendo un muro en la red más y más alto en cada saque que vas fallando. Es como cuando estás jugando a tetris y empiezas a poner piezas mal, empiezan a caer a toda velocidad, no te da tiempo de cambiar, ahh, ohhh y zasss, vaya turullo que has montao y game over, y otra doble. El miedo a fallar (por favor, otra doble falta no¡¡), el miedo al miedo (muro), el círculo vicioso o pescadilla que se muerde la cola (fallo mucho-> tengo que arriesgar más, arriesgo más -> por consecuencia cometo más errores). Caminos mentales que te llevan a un callejón sin salida.

Si el cielo es tu mente y las nubes tus pensamientos pasando ante ti, despeja todas esas nubes para dejar el cielo azul totalmente despejado. Eso sí, en el intervalo entre el primer saque que has fallado y el segundo que vas a...

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